Lectura evangelio de Lucas Lc 1,26-38. Alégrate llena de gracia

La lectura del evangelio del cuarto domingo de adviento de 2023 (Lc 1,26-38) nos presenta el encuentro entre el ángel Gabril y María: ¡alégrate, llena de gracia!.

Evangelio: Lectura del evangelio según san Lucas (Lc 1,26-38)

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».

María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.

Comentario al evangelio del cuarto domingo de adviento: Alégrate, llena de gracia

A pocos días de la Navidad, el evangelio no cuenta como la promesa de Dios, que hemos estado leyendo en el profeta Isaías durante el adviento se cumple de una forma sorprendente.

Dios pasa a formar parte de la historia naciendo de una mujer, de María. Porque para que sea posible hace falta un sí, un corazón humano abierto y dispuesto a acoger todo lo que el Señor quiere dar. Acoger el plan de Dios, y la vez, entregar toda la persona: Aquí está la esclava del Señor.

Y la Navidad, es para seguir el ejemplo de María y responder a esa petición que también nos llega a cada uno.

Reflexión con el evangelio

¿Cúal es mi respuesta al plan de Dios?

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