Invocación al Espíritu Santo

Presentamos en este documento algunas oraciones para invocar al Espíritu Santo tanto en la oración personal como de grupo. Además, hemos preparado unas sencillas instrucciones para aprender cómo invocar al Espíritu Santo en una oración comunitaria, de forma que sea sencillo elaborar una oración de invocación propia.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Tú eres la fuerza, la luz
y el motor de nuestra vida
Danos tu protección
para que podamos seguir tus mandatos.

Esta página forma parte de un material sobre el Espíritu Santo donde puedes encontrar más oraciones al Espíritu Santo y reuniones para reflexionar sobre él.

¿Cómo invocar al Espíritu Santo en una oración comunitaria?

Tiempo necesario: 4 minutos

En primer lugar ofrecemos unos consejos para que el animador pueda invocar al Espíritu Santo en una oración comunitaria o de grupo.

  1. Prepa o piensa la invocación con antelación. También es tu oración

    Piensa brevemente antes lo que se va a decir en la invocación.
    También es tu oración. Ponte en oración ante el Señor y el propio Espíritu Santo.

  2. Habla con tranquilidad y claridad

    Estamos ya haciendo oración, por lo que el tono de voz de quien está haciendo la invocación es importante para ayudar al grupo.

  3. Comienza dirigiéndote a Dios

    Empieza la invocación dirigiéndote directamente a Dios, ya sea Dios Padre, Jesucristo o al Espíritu Santo con el propósito de pedir de una forma directa su espíritu para los presentes.
    Algunos ejemplo:
    – Señor Dios, tú que lo has creado todo, infunde en nosotros tu Espíritu
    – Padre de todos nosotros, te pedimos esta noche tu Espíritu
    – Jesucristo, estamos reunido en tu nombre, envía sobre nosotros el Espíritu que nos prometiste
    – Señor Jesús, derrama sobre nosotros el Espíritu Santo que ya diste a tus discípulos
    – Espíritu Santo, desciende sobre nosotros que te necesitamos
    – Espíritu de Dios, ayúdanos en esta tarde, anímanos y llénanos de ti

  4. Introduce el grupo para el cual pedimos el Espíritu

    Para hacer propia esta invocación al Espíritu, introduce después de la primera frase al grupo que se reúne en oración.
    Por ejemplo:
    – Nos hemos reunido el grupo de oración de NNNN
    – Estamos esta tarde reunidos la comunidad de NNNN
    – Este grupo de reflexión NNNNN
    – Unidos en oración en nuestra parroquia de NNNN
    – Nos encontramos congregados en NNNN
    Podemos completar esta frase repitiendo la petición que hacíamos en la primera frase

  5. Concreta la petición de Espíritu Santo en algunas de sus características

    Céntrate en pedir algunas de las características del Espíritu Santo y de las gracias y dones que da a los creyentes.
    También se puede añadir a la petición la acción necesaria para los creyentes que estamos en la oración.
    Algunas características del Espíritu (la lista puede ser infinita): paz, esperanza, amor, libertad, comunidad, audacia, calor, tranquilidad, consuelo, sabiduría, inteligencia, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad
    Algunos verbos para el Espíritu que pueden ayudarnos: danos, haznos, envía, llénanos, infunde, desciende, ayúdanos, inspira, manda, sácianos, anímanos.
    Algunos actitudes nuestras: abrirnos, no tener miedo, permanecer.

    Por ejemplo, la frase puede quedar:
    – Danos paz en estos momentos difíciles
    – Llénanos de tu amor
    – Necesitamos de la esperanza que tú nos traes, ayúdanos a permanecer en confianza y fe.

  6. Haz uso si lo necesitas alguna particularidad de las lecturas de la oración

    Para añadir a las características del punto anterior puede usarse alguna particularidad de las lecturas que vayan a leerse en la oración que está comenzando.
    Utiliza brevemente y solo de paso una de las citas, que no parezca que ya la estás leyendo.
    Por ejemplo (hay muchas citas del Espíritu en la Biblia):
    – como los discípulos que en pentecostés estaban encerrados con miedo
    – unidos por el espíritu como un solo cuerpo
    – somos templo del Espíritu

  7. Algunos trucos a tener en cuenta

    También el silencio es parte de la invocación. En algún momento entre frase y frase pueden dejarse unos segundos de silencia.
    Si alguna frase es importante, se puede repetir.
    Se puede improvisar las palabras directamente a partir de unas notas o disponer de la oración ya preparada con anterioridad. En este último caso evitar que suene demasiado a texto leído.
    Se puede alargar la invocación repitiendo los pasos 3 y 5

Ejemplo de invocación construida tal como se comenta

Señor Dios, tú que lo has creado todo, infunde en nosotros tu Espíritu.
Unidos en oración en nuestra comunidad, como cada semana,
te pedimos especialmente hoy
que infundas en nosotros el Espíritu Santo.
Danos tu paz en estos momentos difíciles, llénanos de tu amor.
Porque necesitamos de la esperanza que nos traes:
ayúdanos a permanecer en confianza y fe.
Queremos ser valientes y no permanecer encerrados.
haz que salgamos de nosotros mismos y nuestro encierro,
como les sucedió a los discípulos en Pentecostés.
En este momento de oración,
que podamos abrir completamente nuestros corazones y acogerte.


Oraciones de invocación al Espíritu Santo

A continuación, incluimos varias oraciones ya preparadas que pueden servirnos también de inspiración. De la misma manera se pueden encontrar muchas otras oraciones al Espíritu Santo en nuestra web.

Oración para pedir el Espíritu

Como un viento recio, Padre,
tu Espíritu,
el Espíritu Santo,
transforma a aquellos seguidores de Jesús,
que no sabían qué hacer después de su muerte
y no habían entendido la fuerza de la resurrección.

Su Espíritu, Padre, los llenó por dentro
hizo de ellos hombres y mujeres, nuevos, testigos de
una vida transformada, comunidad de Jesús, Iglesia viva.

Padre, envíanos también a nosotros tu Espíritu, para
que seamos tus hijos y continúe a través nuestro
la novedad de Jesús, la esperanza de Jesús,
la fuerza y el amor de Jesús.
Para crear, en todas partes, tu misma vida.

Ven, Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Tú eres la fuerza
que vigoriza nuestro trabajo,
Tú, el Aliento que vivifica
nuestra alma,
Tú, la luz que ilumina nuestra mente,
Tú, el Motor de nuestras buenas obras.

Danos docilidad
para seguir tus mandatos
y que así gocemos siempre
de tu protección.