Animación en la fe. Pastoral evangelizadora

En este documento vamos a analizar los principales conceptos de evangelización, pastoral catequesis, animación en la fe, educador… De esta forma veremos cómo desarrollar una pastoral evangelizadora y mejorar la catequesis.

Características de una pastoral evangelizadora

Primero algunos conceptos: Evangelización, catequesis y pastoral

Evangelizar es proclamar el Evangelio: llevar la buena noticia de Jesús, el amor que Dios nos tiene y su presencia en nuestra vida.

Dentro del concepto de evangelización incluimos el primer anuncio. El primer anuncio se dirige a los no creyentes y a los que viven en la indiferencia religiosa. Se trata de anunciar el Evangelio y llamar a la conversión.

La catequesis, «distinta del primer anuncio del Evangelio»,  promueve y hace madurar esta conversión inicial, educando en la fe al convertido e incorporándolo a la comunidad cristiana.

Por lo tanto, evangelización y catequesis se complementan.

Se apareció Jesús a los apóstoles y les dijo: Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad. Quien crea y se bautice se salvará.

Marcos 16, 14-16

El primer anuncio, que todo cristiano está llamado a realizar, participa del “id” que Jesús propuso a sus discípulos: implica, por tanto, salir, adelantarse, proponer.

La catequesis, en cambio, parte de la condición que el mismo Jesús indicó, “el que crea” el que se convierta, el que se decida. Las dos acciones son esenciales y se reclaman mutuamente: ir y acoger, anunciar y educar, llamar e incorporar.

La pastoral consiste en el cuidado continuo de la comunidad cristiana, en lo que respecta a su formación, espiritualidad (oración o celebración) y compromiso. Desde este punto de vista la pastoral incluye a la catequesis.

La realidad de la pastoral

En la práctica pastoral las separación entre primer anuncio y catequesis o acciones posteriores no es clara. No se puede limitar fácilmente. Con frecuencia, las personas que acceden a la catequesis necesitan, de hecho, una verdadera conversión.

La catequesis cumple su objetivo de educar la fe una vez se ha dado el primer paso de conversión, y contando con la actitud interior de “el que crea”,

Una pastoral evangelizadora, está estructurada en diferentes momentos:

  1. Acción misionera para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia religiosa
  2. A continuación la acción catequético-iniciatoria para los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación
  3. Y la acción pastoral para los fieles cristianos ya maduros, en el seno de la comunidad cristiana.

Estas etapas se repiten siempre que sea necesario, ya que tratan de realizar la acción evangélica más adecuada al crecimiento espiritual de cada persona o de la misma comunidad.

Educación y animación en la fe

Educar en la fe supone no es sólo transmitir los contenidos propios de la fe en Jesús (quién es Jesucristo, su propuesta del Reino de Dios, la comunidad cristiana, sacramentos…). La educación en la fe implica acompañar al joven en los primeros pasos de la aventura del ser cristiano.

Con el termino animación en la fe estamos hablando del tipo de educación en la fe que queremos dar: partir de la realidad con acogida y confianza, dinamicidad, devolver alegría y esperanza.

Algunas ideas a desarrollas dentro del concepto de animación en la fe son:

  • dar una buena forma, plasmar
  • ayudar a dar luz, a emerger potencialidades inhibidas
  • curar y restaurar llevando a un estado de salud o normalidad
  • hacer cambiar la sociedad
  • interpretar, ayudar a tomar conciencia de las razones de la conducta
  • dedicarnos a la gente, cargar con sus problemas, solucionar injusticias

El animador o educador en la fe

La tarea de animación y educación en la fe presupone unas actitudes determinadas por parte del educador, actitudes que ayudarán a hacer posible, o al menos más fácil la realización del proyecto elaborado.

Vamos a dedicar el esfuerzo a definir las actitudes que el educador debe desarrollar para llevar a cabo la misión de animar en la fe a un grupo juvenil. Dibujaremos el perfil, o los elementos prioritarios que el educador necesita para poner en práctica un proyecto pastoral.

No se pretende que el educador pierda su identidad personal, ni las cualidades que le son propias y lo caracterizan. Lo que se pretende es completar su formación para ampliar su horizonte, desarrollar al máximo sus capacidades para que su labor pastoral sea lo más competente posible.

Vamos a aproximarnos desde tres bloques fundamentales desarrollados en distintos apartados cada uno:

  1. El educador con respecto a sí mismo
  2. Respecto al proyecto pastoral juvenil
  3. Respecto del joven

El educador con respecto a sí mismo

Vivir unificado: fe-vida

El educador es capaz de descubrir y dar sentido a su propia vida porque conoce sus sentimientos, sus emociones y sus afectos, y es capaz de situarse frente a ellos.

Acepta de forma positiva su corporalidad y su carácter, es consciente de sus capacidades, de sus logros y también de sus limitaciones por esta razón es capaz de dar siempre una respuesta asertiva.

La propuesta de Jesús de Nazaret le ha seducido de tal manera que se siente vinculado profundamente al proyecto del Reino, de tal manera que vive tratando de llevar la Buena Noticia a todos los ambientes en que se mueve.

Vive integrado, sin hacer parcelas ni compartimentos entre lo que cree y lo que vive de forma cotidiana.

Caminar desde el Evangelio: alegría, felicidad

El educador es capaz de dar razón de la propia fe, de argumentar razonablemente cuales son los motivos que le han llevado a ser cristiano y tratar de vivir en profundidad los valores del Evangelio.

Es consciente de que la propuesta de Jesús ha de ser proclamada a todo el mundo, sin ningún sentimiento de inferioridad, sino desde la alegría y el buen humor. El Señor es Dios de la vida, y de la vida en abundancia que nos hace posible vivir en plenitud y desde la felicidad más auténtica.

Bibliografía:

Directorio General para la catequesis.