Cuaresma para mantener corazones jóvenes

¿Qué es la Cuaresma? ¿Por qué es importante en la pastoral juvenil?

La Cuaresma son los 40 días de preparación previos a la fiesta de Pascua, comienza con el miércoles de ceniza y termina con la Semana Santa, es importante que incluyamos la Cuaresma en la programación de nuestra pastoral para jóvenes.

La resurrección y muerte de Jesús es el acontecimiento fundamental de la fe de los cristianos. Es la celebración más importante, los días de la Semana Santa y Domingo de Pascua o resurrección.

El tiempo de cuaresma es un tiempo privilegiado para mirar hacia dentro y tratar de reconocer esas cosas que nos alejan o nos acercan a Dios.

La pastoral juvenil debe organizarse entorno a los aspectos fundamentales de nuestra fe, por lo que es muy importante que aprovechemos los días de cuaresma y Pascua en nuestros objetivos y calendarios para los grupos.

¿Por qué la cuaresma son 40 días?

La cuaresma tiene una duración de cuarenta días por el simbolismo religioso que tiene en número 40.

El número 40 tiene un significado importante en la biblia. 40 días representan el tiempo ideal de preparación para el encuentro con Dios: 40 días pasó Moisés en el Sinaí, 40 días anduvo Elías hasta llegar al monte Horeb… Ya en el Nuevo Testamento, Jesús pasó 40 días en el desierto. Los 40 días de la cuaresma son la preparación para el encuentro con Dios.

Símbolos de la cuaresma

La cuaresma tiene unas características comunes que se repiten cada año.

En primer lugar es un tiempo en el que se nos invita de forma especial a la conversión, a la oración y al ayuno (también una forma más clásica es la de oración, ayuno y limosna):

  • Conversión: revisión personal para salir al encuentro de Dios y dejar atrás aquello que nos impide ser libres
  • Oración: la oración es para todo el año y todo el tiempo, pero aprovechemos de forma especial para encontrarnos con Dios, escuchar y meditar su palabra.
  • Ayuno: la Iglesia propone un ayuno concreto ciertos días de la semana, pero al igual que la limosna. Podemos verlo en un sentido más profundo para ver de qué me puedo desprender, de qué tengo que abstenerme de forma que me ayude a acercarme más a Dios.

Además, hay serie de imágenes que nos ayudan en este proceso de presentar la cuaresma a los jóvenes:

  • La ceniza: son los restos, lo que queda cuando ya no hay nada, una invitación a pensar en nuestro origen y en nuestro final.
  • El desierto: muy utilizado en la Biblia como lugar de retiro, de purificación de encuentro con Dios.
  • Los cuarenta días: es un número con un gran simbolismo en la Biblia, una forma de expresar un tiempo de oportunidad y de escucha de Dios

¿Qué es el miércoles de ceniza?

Los cuarenta días de la cuaresma comienza un miércoles, conocido como miércoles de ceniza. La celebración de este día tiene especial importancia el gesto de la imposición de la ceniza.

En la frente de los participantes se hace un gesto con ceniza mientras se invita a la conversión: «Conviértete y cree en el evangelio.»

El Papa siempre nos facilita un mensaje para vivir la cuaresma.

¿Cómo son las semanas de la cuaresma?

La cuaresma es un camino de cuarenta días con un ritmo y una serie de etapas, aunque las lecturas cambian en ciclos de tres años hay unas pautas en ellas:

La primera semana

En primer lugar, el primer domingo de Cuaresma comienza siempre con el relato de las Tentaciones de Jesús en el desierto, vamos alternando cada año con un evangelista.

El desierto como lugar donde se hace Dios presente nos sitúa en el marco de la cuaresma. Podemos tomarlos como cuarenta días en de desierto espiritual para la oración y reflexión, con el paralelismo de los cuarenta años que el pueblo de Israel hacia la tierra prometida.

Las tentaciones no son solo un proceso por el que pasó Jesús. A estas mismas tentaciones tenemos que hacer frente en nuestra vida: poder, apariencia, dinero, control… Para iniciar este camino de conversión que es la cuaresma debemos mirar a nuestro interior para saber qué es lo que tenemos que dejar atrás, a qué tenemos que cambiar.

La segunda semana

En la segunda semana también coinciden todos los años los relatos del evangelio, cada vez de un evangelista. Es el relato de la transfiguración. Comenzando la cuaresma la transfiguración no señala hacia el destino final, celebrar la Pascua, la muerte y resurrección de Jesús, y transformar en luz nuestras oscuridades del día a día

La tercera semana

Las lecturas de la tercera semana ya no son todos los años iguales, pero coinciden en un tono de denuncia por parte de Jesús. Ya sea viendo el Templo en tiempos de Jesús, el comportamiento de sus dirigentes, o la vida que llevaba la samaritana, las lecturas nos invitan a una renovación personal.

Cuarta y quinta semana de la cuaresma

Las lecturas de la cuarta y la quinta semana profundizarán en los caminos de conversión, y de vuelta a Dios. Tenemos relatos como el del padre bueno y su hijo pródigo, la curación de Bartimeo, la lapidación de la mujer adúltera. Por otro lado, encontramos reflexiones sobre el propio Jesucristo, lo que supone seguirle, la resurrección y la vida eterna. Nos ayudarán a pensar sobre el perdón, a tomar conciencia de nuestra esencia de ser cristiano y el papel de nuestro bautismo de cara a renovarlo en la Pascua.

Por último, la sexta semana que termina con el Domingo de Ramos nos centra ya en los acontecimientos de la Semana Santa

Lecturas del evangelio de cuaresma

Puedes consultar las lecturas del evangelio de cuaresma de cada domingo de este año 2023.

Recursos de cuaresma para jóvenes

En nuestra página web tienes diferentes ayudas para introducir la cuaresma en la pastoral juvenil:

Reuniones y reflexiones

Oraciones

Para reflexionar y vivir una cuaresma con autenticidad

Ofrecemos tres textos que pueden ayudarnos a reflexionar qué tipo de cuaresma queremos vivir, si una que realmente nos ayude a mejorar, aunque sea enfrentándose a nuestros miedos e incoherencias, o preferimos pasar de puntillas sin autenticidad:

Cuento: Los Ropajes (Kahlil Gibran)

Cierto día, la Hermosura y la Fealdad se juntaron en la orilla del mar. Y decidieron uno y otra: “Vamos a remojarnos en el mar”.

Después, se despojaron de sus ropajes y se sumergieron en las aguas del mar.

Y, después de un rato, la Fealdad salió hacia la playa, se colocó los ropajes de la Hermosura y continuó su itinerario.

Y la Hermosura, igualmente, salió del mar y, al no hallar su ropaje y, siendo muy tímida para caminar desnuda, se colocó el ropaje de la Fealdad. Y la Hermosura, igualmente, continuó su itinerario.

Y desde aquel momento, los seres humanos las confundes y mezclan la una con la otra.

A pesar de lo cual, ha personas que han contemplado la cara de la Hermosura, y que la reconocen sin importar los ropajes que lleva puestos. Y hay otras que reconocen la cara de la Fealdad, sin que el tejido se la esconda a sus ojos. 

Canto: Envolturas (La Nueva Humanidad, Brotes de Olivo)

¡Qué triste es ir por la vida con hambre de darla a Dios
y no saber que la damos “a envolturas” de su amor!
¡Cuánto pesa comprobar, cuando la vida pasó,
que al final lo que sembramos no fue ni vida ni amor!

Son envolturas …

Si fue verdad que vivimos con profunda donación
y no fue Dios ni su esencia quien nuestra vida guio.
Qué duro se hace mirar la senda que atrás quedó
al comprobar que la huella no fue fiel al plan de Dios.

Qué dolor padece el alma que vivió para el Señor
al sembrar su propia vida y no el amor que creyó.
La envoltura no perdura, aún hecha en nombre de Dios,
sólo trasciende la esencia, perdura sólo el amor.

A veces todo es perfecto en su quehacer exterior
y lo que ocurre y vivimos pensamos que es de Dios.
Aunque en su Nombre lo hacemos con la mejor intención
no tenemos garantía de que lo hecho sea de Dios

Pues es nombre de la Cruz, la Palabra y el Señor
¡cuánta injusticia se ha hecho, cuánto contrario al amor!

El fariseo y el recaudador (Evangelio según Lucas, 18 9-14)

Por algunos que confiaban en su propia honradez y depreciaban a los demás, les contó esta parábola:

– Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, el otro recaudador de impuestos. El fariseo, en pie, oraba así en voz baja: Oh Dios, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres, ladrones, injustos, adúlteros, o como ese recaudador que se queda para él mucho de lo que recauda. Yo cumplo tu ley: ayuno dos veces por semana y pago para mantener el templo y a los pobres con el diezmo de cuanto poseo.

El recaudador, de pie y a distancia, ni siquiera alzaba los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: Oh Dios, ten piedad de este pecador.

Os digo que éste volvió a casa absuelto y el otro no. Porque quien se ensalza será humillado, quien se humilla será ensalzado.

Oración «acaso» para esta cuaresma

Acaso las esperas deban ser de este color.
Acaso hay que mirarse cada muerte
sabiendo de los crímenes escritos
en nombre de nuestros refugios,
sabiendo de los sueños despoblados,
de las flores que dejamos de regar,
del silencio que aún nos pesa entre los labios.

Acaso las cuaresmas sean tiempos
de explorarse las vergüenzas y los miedos,
con meticuloso empeño,
sin engaño y sin tamiz,
de encontrarnos las cosquillas y reírlas.
Deshechizando rutinas, descendiéndonos todos,
llegando hasta nuestros cementerios de cobre

Acaso hay que mirarse cada ruina
lúcidos de esperanza
confiando en que quien sabe nuestras muertes
las perdona y resucita.

Y después de cuaresma ¿qué?

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